lunes, 1 de octubre de 2012

Chile 1829 1830

La Batalla de Lircay

La Batalla de Lircay tuvo lugar a orillas del río Lircay, cerca de Talca, el 17 de abril de 1830. Marcó el fin del periodo conocido como de Organización de la República y el comienzo de la República Conservadora.
De acuerdo con el Pacto de Ochagavía los dos ejércitos que habían participado en la acción, el de José Joaquín Prieto y el de Francisco de la Lastra, se ponían al bajo las órdenes de Ramón Freire. Pero el tratado era solamente el fin de la primera parte de la guerra civil e inmediatamente comenzó la segunda, o sea, la lucha entre los estanqueros y o'higginistas y los pipiolos.
A Freire se le convenció que la Junta Provisoria que se había elegido de acuerdo al tratado no era más que una pantalla para traer de nuevo a O'Higgins a quién odiaba, como la mayor parte de los pipiolos. Entró en conflicto con la junta, invadiendo sus atribuciones, y, por su parte, Prieto le negó el mando del ejército del sur de 3.000 -3.500 hombres, habían además 7.000 milicianos en la provincia de Concepción. Freire, después de un intento fallido de apoderarse de Coquimbose embarcó al sur el 17 de febrero de 1830 y desembarcó en Constitución.
Avanzó hasta la hacienda Prado, en la ribera poniente del río Loncomilla, donde se le reunieron las tropas de José Rondizzoni que venían desde Coquimbo pero a las cuales un temporal impidió desembarcar en Constitución y lo hicieron en Navidad y las de Benjamín Viel que venían desde Chillán. En total, Freire reunió 1.750 soldados, de los cuales 1.100 eran infantes, 600 de caballería de líneas y de milicias y cuatro cañones útiles servidos por cincuenta artilleros.
Por su parte, Prieto, entre las fuerzas de su propio ejército y las del coronel Cruz, logró juntar 2.200 hombres, de los cuales unos 500 eran de caballería de línea y 400 milicias montadas y una artillería con 12 cañones. Sus fuerzas, el 31 de marzo, incluían 900 infantes y 600 jinetes pero en su marcha al norte sumaron más tropas en Colchagua y Talca más los refuerzos provenientes del Biobío (incluyendo cientos de araucanos) y Nacimiento.
En cuanto a comando táctico, Freire contaba con varios oficiales de gran prestigio como eran Benjamín Viel, Guillermo Tupper y José Rondizzoni; Prieto, por su parte, tenía en su comando a los coroneles Manuel Bulnes y Cruz.
Los partes oficiales disimularon las bajas de ambos bandos tratando de ocultar las altas perdidas, pero los testimonios de los participantes hacen subir a 350 ó 400 el número de muertos en el ejército pipiolo y a alrededor de 1.000 prisioneros. Unos 200 hombres de la infatería lograron huir rompiendo el cerco pero fueron capturados durante la noche. Las bajas de Prieto alcanzaron los 130 muertos.
Tras la batalla Prieto pasó a someter la provincias de Coquimbo, Concepción y Chiloé, encontrando mayor resistencia en la primera donde los liberales Pedro Uriarte y Benjamín Viel habían reunido 600 soldados aunque fueron definitivamente vencidos por el general conservador José Santiago Aldunate.






Guerra Civil de 1829-1830

La Guerra Civil de 1829-1830, también conocida como Revolución de 1829 o Revolución Conservadora, fue el enfrentamiento que puso término a la denominada Organización de la República de Chile.
El movimiento golpista de carácter oligarquico y conservador estalló el 7 de noviembre de 1829, como consecuencia de la elección por parte del Congreso de José Joaquín Vicuña como vicepresidente, quien figuraba en cuarto lugar en las elecciones presidenciales que le dieron el triunfo a Francisco Antonio Pinto.
La libertad guiando al pueblo, obra de Delacroix. Representa la revolución de 1830 en FranciaEl golpe de Estado fue ejecutado por un ejército que comandaban José Joaquín Prieto y Manuel Bulnes, un ejército mercenario que se reclutó entre inquilinos de fundos más algunas tropas que Manuel Bulnes trajo de La Frontera, donde combatían a los mapuches. El financiamiento lo aportaron Diego Portales y otros mercaderes.
Así, al día siguiente de la proclamación se produjo el acuerdo golpista que estalló en las provincias de Concepción-Maule, las cuales desconocían la legalidad de la proclamación de Presidente y vicepresidente realizada por el Congreso.
Ante este estado de cosas, el Presidente Pinto presentó la renuncia, para evitar con ello la continuación del golpe de estado, pero el Congreso no se la aceptó sino hasta la segunda vez de presentada y le entregó el mando a Francisco Ramón Vicuña.
 

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